La presente entrada es una actualización de otra ya publicada, actualización necesaria al haber sido sustituido el texto empleado en los últimos años (Prólogo a la 2ª edición de Crítica de la razón pura) por otro distinto ("Introducción" de Crítica de la razón pura). Incluimos a continuación cinco fragmentos del texto propuesto para el presente curso y (suponemos) los sucesivos, seguido cada uno de ellos de un ejemplo de posible respuesta a la pregunta 1 del examen de la EVAU en la Comunidad de Madrid.
Cada fragmento se trabaja siguiendo un mismo esquema:a) Líneas introductorias que resumen brevemente el contenido del texto en su conjunto.
b) Explicación y breve análisis de las ideas que aparecen en el fragmento y su relación.
c) Síntesis final: esquema que muestra los resultados del punto anterior.
Fragmento nº 1
“No
hay duda alguna de que todo nuestro conocimiento comienza con la experiencia...
Mas si bien todo nuestro conocimiento comienza con la experiencia, no por eso
se origina todo él en la experiencia. Pues bien podría ser que nuestro
conocimiento de experiencia fuera compuesto de lo que recibimos por medio de
impresiones y de lo que nuestra propia facultad de conocer (con ocasión tan
solo de las impresiones sensibles) proporciona por sí misma, sin que
distingamos este añadido de aquella materia fundamental hasta que un largo
ejercicio nos ha hecho atentos a ello y hábiles en separar ambas cosas. Es pues
por lo menos una cuestión que necesita de una detenida investigación y que no
ha de resolverse enseguida a primera vista, la de si hay un conocimiento
semejante, independiente de la experiencia y aún de toda impresión de los
sentidos. Esos conocimientos se llaman a priori y se distinguen de los
empíricos, que tienen sus fuentes a posteriori, a saber, en la experiencia.”
Kant:
Crítica de la razón pura, introducción
El
texto pertenece a la Introducción de la “Crítica de la razón pura” de I. Kant,
donde este autor plantea el problema que tratará de resolver en dicha obra:
¿cómo es posible la ciencia?, pregunta que considera equivalente a esta otra:
¿cómo son posibles los juicios sintéticos a priori? (pues solo unos principios
que son a la vez informativos e independientes de la experiencia pueden aportar
la base para un conocimiento universal y necesario). En este fragmento, situado
al principio de la mencionada “Introducción”, Kant anuncia el propósito de la
investigación que llevará a cabo partiendo de la distinción entre dos
expresiones aparentemente equivalentes: “todo conocimiento comienza con la
experiencia” y “todo conocimiento procede de (o se origina en) la experiencia”;
expresiones con un significado claramente distinto que lleva a Kant a aceptar
la primera y rechazar la segunda.