jueves, 14 de mayo de 2020

Filosofía de la Religión (V): El problema (filosófico) de la existencia de Dios


          Un solo pensamiento del hombre vale más que todo el mundo; por tanto, solo Dios es digno de él.
 San Juan de la Cruz: Dichos de Amor y Luz, 34.

         La teología racional (o natural) es la parte de la filosofía, más concretamente de la metafísica, que trata de saber algo acerca de Dios (en el peor de los casos, que no existe o que no podemos saber si existe o no) sin basarse en la autoridad de ninguna supuesta revelación sobrenatu­ral, sino solo en la razón.
         Lógicamente, el problema primero y fundamental de la teología racional es el que da título a esta entrada. En efecto, si la respuesta a la pregunta ¿Existe Dios? es No, es absurdo que sigamos haciéndonos preguntas acerca de Dios[1]. Si, por el contrario, es , después de saber que existe querremos saber cómo es. Y en el caso de que no fuéramos capaces de contestar a esta pregunta en ninguno de los dos sentidos, la teología racional sería un conjunto de proposiciones condicionales de la forma Si Dios existiera, tendría tales propiedades.
El ojo, símbolo de la omnisciencia divina
         Hay, por tanto, tres formas posibles de contestar a la pregunta ¿Existe Dios? desde la sola razón:
         1) Dios existe[2]. Esta postura se llama teísmo y no coincide necesariamente con la fe religiosa (se debe, al menos, reconocer la independencia lógica de estas dos proposiciones: “admito la existencia de Dios” y “acepto la verdad de esta religión”).
         2) Dios no existe. Esta tesis, como todo el mundo sabe, se llama ateísmo.
         3) No podemos saber racionalmente si Dios existe o no. Es la tesis del agnosticismo.