viernes, 19 de febrero de 2021

El diálogo "Menón" (guía de lectura)

                                                                          

            1. Situación en la obra platónica.

             -Escrito entre diez y quince años después de la muerte de Sócrates.

            -Pertenece al período de transición.

                        -Misma temática de la época socrática (reflexión en torno a la virtud).

                        -Comienzan a aparecer ideas claramente platónicas (preexistencia del alma, reminiscencia).

-Influencia pitagórica: cuestiones matemáticas, inmortalidad del alma.

            -Este diálogo "marca la crisis, el momento en que Platón se da perfecta cuenta de que sus problemas trascienden los límites en que vivió y pensó Sócrates" (A. Tovar).

 

            2. Sinopsis del contenido.

 

            I. Discusión en torno a la virtud.

 

            a) Pregunta de Menón: "¿Es enseñable la virtud?, ¿o no es enseñable, sino solo se alcanza con la práctica?, ¿o ni se alcanza con la práctica ni puede aprenderse, sino que se da en los hombres natural­mente o de algún otro modo?"

            b) Respuesta de Sócrates: "Yo tan lejos estoy de saber si es enseñable o no, que ni siquiera conozco qué es en sí la virtud".

            c) Intentos de definición.

   1. Menón enumera una serie de virtudes: la del varón, la de la mujer, del niño, del anciano, etc.

Sócrates: "Aunque sean muchas y de todo tipo, todas tienen una única y misma forma, por obra de la cual son virtudes, y es a ella hacia donde debe dirigir con atención su mirada quien responda a la pregunta.” (La virtud, en lo que tiene de virtud, no varía de un varón a una mujer, o de un niño a un anciano, o de un libre a un esclavo).

            2. Menón define la virtud como "ser capaz de gobernar".

Sócrates: a) ¿Es aplicable esta definición a todos los casos (p.ej., a la virtud del esclavo)?

b) En todo caso, habría que añadir a "ser capaz de gobernar" justamente y no de otra manera. (¿Es la justicia una virtud más, o forma parte de la definición de cualquier virtud?).

            [condición que ha de cumplir una buena definición: que exprese lo que es lo mismo (unidad) en todas las cosas (multipli­cidad) que se llaman con el mismo nombre; ejemplos de la figura y el color].

            3. Menón define la virtud como "desear las cosas bellas y ser capaz de procurárselas".

Sócrates: a) El desear las cosas bellas (=buenas) es común a todos, ya que nadie desea las cosas malas si no es porque cree que son buenas (intelectualismo moral).

b) El procurarse las cosas buenas es virtud solo si se hace con justicia; pero si la justicia es una parte de la virtud, no se puede definir esta como "adquirir cosas buenas justamente", ya que entonces en la definición entra lo definido (algo así como "virtud es actuar con virtud").

 

            II. Discusión sobre el conocimiento.

 

            a) Comparación de Sócrates con un pez-torpedo.

            Sócrates: "No es que no teniendo yo problemas, problematice a los demás, sino que estando yo totalmente problematizado, también hago que lo estén los demás."

            b) Se trata de indagar qué es la virtud, pero se duda si esta búsqueda es posible: "¿cuál de las cosas que ignoras vas a proponerte como objeto de tu búsqueda?"

            Respuesta de Sócrates: "el buscar y el aprender no son otra cosa, en suma, que una reminiscencia"; en principio justifica esto por ciertas creencias religiosas (órfico-pitagóricas): el alma es inmortal, ha nacido muchas veces y ha visto muchas cosas "tanto de aquí como del Hades".

            c) Demostración del hecho de la reminiscencia:

                                      -Un esclavo que no sabe Geometría, dirigido por las preguntas (no afirmaciones) de Sócrates, es capaz de concluir que la diagonal de un cuadrado es igual al lado de otro cuadrado cuya superficie es doble de la del primero.

                                      -Lo que este esclavo ha hecho ha sido recordar un conocimiento anteriormente poseído: "hay en él opiniones verdaderas que, despertadas mediante la interrogación, se convierten en fragmentos de conocimiento".

                   -Estas opiniones verdaderas son restos de un conocimiento que el alma poseyó antes del nacimiento.

            d) Conclusión: "Creemos que es necesario buscar lo que no se sabe para ser mejores... que si creyésemos que no conocemos ni somos capaces de encontrar y que no es necesario buscar."

 

            III. Regreso al tema de la virtud.

 

            a) Cambio en el método: Fracasados los intentos de definir lo que es la virtud en sí misma, se trata de resolver la cuestión de si es enseñable o no mediante el recurso a hipótesis.

            La hipótesis se enuncia: Si la virtud es algo semejante al conocimiento, entonces será enseñable (recordable); y no lo será en el caso contrario.

            b) Cuestión que resolver: ¿Es la virtud un conocimiento?

                        1) La virtud es un bien y algo útil.

     2) Todas las cosas útiles son útiles en la medida en que van acompañadas de conocimiento (si no, esas mismas cosas pueden ser dañinas).

     3) "Por este argumento, pues, siendo la virtud útil, tiene que ser una forma de discernimiento."

            c) Si la virtud es conocimiento, entonces los buenos no lo son por naturaleza.

            d) Objeción: Si es cierto que la virtud es conocimiento, entonces debe haber para ella maestros y discípulos.

               ¿Quiénes son estos maestros de virtud? (aparición de Ánito).

               ¿Los sofistas? Ánito: "Evidentemente son la ruina y la perdición de quienes los frecuentan."

               Ánito: "cualquiera de los atenienses bellos y buenos". A esta respuesta Sócrates opone ejemplos de atenienses virtuosos que, sin embargo, no supieron hacer de sus propios hijos hom­bres de bien. Anito termina su intervención con una amenaza contra Sócrates (fue uno de los acusadores en su juicio): "Me parece que fácilmente hablas mal de los demás. Yo te aconsejaría, si me quieres hacer caso, que te cuidaras..."

              ¿Podría haber algún otro maestro de virtud, ya que los sofistas y los buenos ciudadanos no lo son? (quizá haya aquí una respuesta implícita de Platón: Sócrates es el verdadero maestro de virtud).

            e) Si acerca de la virtud no hay maestros ni discípulos, ello quiere decir que la virtud no es enseñable.

            f) Pero entonces, ¿cómo es que existen hombres de bien?

               Sócrates rectifica su anterior conclusión: "No es solo con la guía del conocimiento con lo que los hom­bres realizan sus acciones correctamente y bien... La opinión verdadera, en relación con la rectitud del obrar, no será peor guía que el discernimiento."

            g) Sin embargo, sí hay una diferencia entre conocer y opinar rectamente: comparación con las es­tatuas de Dédalo.

            h) Según lo anterior, la virtud ni es enseñable ni se da naturalmente en los hombres, sino que es una es­pecie de don divino.

            i) La conclusión es dudosa, precisamente porque el método escogido no es el correcto: "lo cierto de ello lo sabremos cuando, antes de buscar de qué modo la virtud se da a los hombres, intentemos buscar pri­mero qué es la virtud en sí y por sí".

 

 
Creative Commons License

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Añade un comentario