Se habla mucho de la
“edad de oro” de las series de televisión. Lo cierto es que, de un tiempo a esta parte, las fronteras entre lenguaje televisivo y lenguaje cinematográfico han prácticamente desaparecido. Pues bien, juguemos un rato a las listas de favoritos. Para
acotar un poco el terreno, incluyamos solo series de este milenio: por tanto,
no valen ni Twin Peaks, ni El teniente Colombo, ni La hora de Alfred Hitchcock, ni Yo, Claudio, etc. (series, para muchos, asociadas a recuerdos más o menos entrañables). Yo
propongo esta lista e invito a discutirla y/o proponer listas alternativas. En orden, no demasiado estricto, de preferencia:
The Pacific |
1. Hermanos de sangre: la guerra en Europa tras el desembarco de Normandía.
2. Fargo,
temporada 2: western casi contemporáneo (años 80 del siglo XX) con apuntes fantástico-surrealistas.
3. The wire (las
cinco temporadas, especialmente la 1 y la 4): policíaco que apuesta hasta el final por el realismo sin maquillajes.
4. Breaking bad: magnífico guión, grandes interpretaciones y un alto sentido del suspense.
5. True detective,
temporada 1: quienes gustaron de La isla mínima no pueden dejar de disfrutar esta serie, hipnótica desde los títulos de crédito.
6. The Pacific: completa el díptico iniciado por Hermanos de sangre, ahora con la guerra del Pacífico.
7. Fargo,
temporada 1 (sin apenas relación con la 2, pueden considerarse dos series distintas): recreación libre de la película de los Coen, con personajes y situaciones similares pero distintos.
8. Stranger things: el espíritu de Cuenta conmigo y otras películas de los 80 con un argumento de ciencia ficción.
9. Boardwalk Empire: crónica de gangsters.
10. Better
call Saul: ¿cómo llegó el abogado de Breaking bad a convertirse en el hombre cínico, y a la vez profesionalmente comprometido, que conocimos en esa serie?
Añado
algunos capítulos de Juego de tronos,
sobre todo los penúltimos de las temporadas pares, pero no la serie entera.
Better call Saul |
Y
entre las que nunca incluiría:
1. The walking dead (los
personajes vivos generan tan poca empatía, que uno está deseando que los maten y se conviertan
en zombies).
2. True blood (no tomar el nombre de los vampiros en vano, ver entradas del blog sobre el tema aquí, aquí y aquí).
3. The young pope (¡qué desperdicio de actores!, ¿le
gustaría a alguien esta serie si no estuviera avalada por un cineasta de culto como Sorrentino?).
True blood |
4. Los Soprano (una
buena idea de partida, el mafioso que acude a terapia, se vuelve ridícula a
base de estirarla como un chicle).
5. House of cards (primero
te aterrorizan con la posibilidad de que un psicópata llegue a presidente y
luego lo hacen bueno al enfrentarlo a otro presidente más psicópata todavía).
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